Los rayos invisibles que forman parte de la energía que viene del sol, son los rayos ultravioleta o UV. La radiación UV que llega a la superficie de la Tierra se componen de dos tipos de rayos, los UV tipo A (UVA) que representan un 95% de la radiación y los tipo B (UVB) que son el 5% restante. [1,2]
Cada tipo de rayos UV tiene sus características, pero ambos pueden ser dañinos para la piel, los ojos y el sistema inmune si estamos mucho tiempo expuestos a ellos. Las quemaduras solares son el efecto agudo más común, pero los daños a largo plazo pueden ser tan graves como el cáncer. [1,2]
En este artículo te hablaremos de las características de los rayos UVA y UVB, así como de los beneficios que tienen sobre la salud y los riesgos de estar mucho tiempo expuestos a ellos.
La radiación ultravioleta que llega a la Tierra desde el sol se clasifica en dos tipos de rayos, los UVA y los UVB, cuya diferencia recae en su longitud de onda. Mientras más corta es la longitud de onda de los rayos, es más dañina para la salud, ya que posee mucha más energía que puede afectar las células del cuerpo. [1,3]
Tipo de onda |
Longitud de onda (nanómetros) |
Nivel de absorción |
UVA |
315-399 nm |
No es absorbida por la capa de ozono |
UVB |
280-314 nm |
Es mayormente absorbida por la capa de ozono, pero aún llega a la superficie de la Tierra |
Ya que la mayoría de los rayos UVB son absorbidos por la capa de ozono, casi toda la radiación UV a la que estamos expuestos es de tipo UVA. Sin embargo, tanto los rayos UVA, como los rayos UVB tienen implicaciones sobre los seres vivos del planeta. [1,3]
En las cantidades adecuadas, los rayos son necesarios y traen beneficios a los seres vivos. Sin embargo, cuando la exposición es excesiva y acumulativa, las consecuencias pueden ser perjudiciales.
Los efectos beneficiosos de la exposición controlada a los rayos UV incluye la producción de vitamina D, que es esencial para la salud, ya que ayuda al cuerpo a absorber nutrientes de los alimentos, como el calcio y el fósforo, y necesarios para la formación de los huesos. [3]
Se recomienda una exposición de 5 a 15 minutos, 2 o 3 veces por semana, pero no más, ya que el exceso puede llevar a afectaciones graves en la piel, ojos y sistema inmune. [1,3]
Los riesgos de los rayos UV son diferentes entre ambos tipos, siendo la radiación UVB la más dañina, porque es la más energética. A continuación hablaremos de los riesgos generados por cada tipo de radiación. [1-4]
Los riesgos asociados a una exposición prolongada de rayos UVA, sin protección, son los siguientes: [1,4]
Los riesgos a la salud asociados a la exposición prolongada a los rayos UVB son más extensos y graves que los de los UVA. Los presentamos a continuación: [1,3,4]
Los riesgos asociados a los rayos UVA y UVB pueden desarrollarse después de años de exposición, cuando ya puede ser demasiado tarde para tratarlos. Es por esto que la prevención y la protección son la clave para evitar los daños en la salud producidos por la radiación UV. [1-4]
¡Cuida a los tuyos y evita daños futuros en tu salud!
Si persisten las molestias, consulta a tu médico.
Fuentes:
Ultraviolet (UV) Radiation. [Internet]. American Cancer Society. [citado el 7 de noviembre del 2022]. Disponible en: https://www.cancer.org/healthy/cancer-causes/radiation-exposure/uv-radiation.html