Acabó el verano y los largos baños de sol. Sin embargo, esto no significa que puedas dejar de poner especial atención en el cuidado de tu piel. Durante otoño e invierno, esta parte de nuestro cuerpo puede deshidratarse debido a que el frío disminuye la humedad relativa del aire y esto seca considerablemente la piel.
La xerosis, término médico para la resequedad, se presenta cuando nuestra piel pierde mucha agua y aceite. Algunos de los síntomas son:
Esto es más común de lo que crees y puede afectar a cualquier persona y en cualquier edad. Se considera que las mujeres son más vulnerables que los hombres y que la piel blanca es más sensible que la morena.
Además, los bebés y niños pequeños, la población de la tercera edad y los pacientes que padecen enfermedades como diabetes, insuficiencia renal crónica, hipotiroidismo o problemas circulatorios, son más susceptibles de tener resequedad y comezón.
¿Cómo me cuido de la resequedad?
Los efectos que el frío puede tener en tu piel pueden prevenirse. A continuación te compartimos 15 recomendaciones para cuidarte y evitar la resequedad:
Finalmente, si llegas a presentar resequedad, recuerda que existen productos para reducir los síntomas. Lociones como Caladryl® actúan como auxiliares, con un efecto refrescante y desecante que alivia las molestias de tu piel.
Ahora ya lo sabes, cuidar tu piel en otoño e invierno debe ser prioridad.
Si persisten las molestias, consulte a su médico.
Fuentes: