El de mama, es el cáncer más común en mujeres y su segunda causa principal de muerte por cáncer. Debido a su importancia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha impulsado campañas internacionales con el objetivo de extender la concientización, de la prevención y detección tempranas.
Así nació el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, que se celebra cada 19 de octubre. Aunque la conmemoración no se queda ahí. En todo el planeta se ha considerado a octubre como el mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama o Mes Rosa, como se le conoce por el símbolo principal del movimiento: un lazo rosa.
En esta época es inevitable destacar la importancia de los check-up médicos.
La importancia del check-up mensual
Siempre será recomendado realizar un chequeo integral de manera anual, que incluya todos los exámenes clínicos que puedan ayudar a tu médico a evaluar el estado general de tu cuerpo. Esto, con el objetivo de detectar padecimientos actuales y/o futuros, aún cuando no presentes síntomas, e iniciar un tratamiento oportuno.
En el caso del cáncer de mama, además de un check-up integral, es necesario realizar pruebas específicas que permitan detectarlo a tiempo. La mamografía es unos de los mejores estudios. En caso de antecedentes familiares de la enfermedad, se recomienda realizarlo desde los 34 años; sino, se debe hacer cada dos años a partir de los 40, y cada año al llegar a los 50.
Las mamografías son radiografías de las mamas que permiten detectar el cáncer en etapas iniciales, cuando es más fácil de tratar y antes de que sea lo suficientemente grande para que lo sientas al palpar tus senos o de que tengas cualquier otro síntoma. Por ello, realizarlas con regularidad puede reducir el riesgo de muerte.
Pasos para un check-up correcto
También es importante que realices autoexámenes de mama de manera frecuente. El objetivo es que te acostumbres a sentir tus senos y los conozcas por completo, para encontrar cualquier cambio que pueda alertar sobre el cáncer. Si hallas algo nuevo o diferente, recuerda que debes consultar a tu médico de inmediato. Pero, ojo, estos no sustituyen el chequeo médico.
Los pasos que puedes seguir son:
- Acuéstate boca arriba y coloca la mano derecha por detrás de la cabeza. Con los dedos del medio de la mano izquierda haz movimientos pequeños para examinar toda la mama derecha. Repite en la mama izquierda.
- Siéntate o ponte de pie y palpa las axilas, ya que el tejido mamario se extiende hasta esta zona.
- Luego, presiona suavemente los pezones, verificando si hay secreción.
La autoexploración para examinar tu piel
Para ello, puedes pararte frente a un espejo y buscar cambios en la textura, hazlo con los brazos a los lados y luego por encima de la cabeza. Observa la forma y contorno de cada mama o si el pezón está hundido. Pon especial atención en:
- Hoyuelos
- Arrugas
- Abolladuras
- Piel de naranja
La piel es una parte de nuestro cuerpo que puede decirnos mucho sobre nuestra salud. Si encuentras cualquier anomalía es importante consultar a un especialista.
Esto aplica para las mamas y cualquier otra parte de tu cuerpo. Pues la detección temprana de cualquier irregularidad puede ayudarte a prevenir también el cáncer de piel. Por ello, mantente alerta de los cambios que haya en tu piel, sobre todo en zonas expuestas al sol.
Algunos signos que pueden advertirte para que acudas con tu médico son: una lesión plana parecida a una cicatriz, una úlcera con costras o sangrante que se cura y regresa; un nódulo rojo y firme; una lesión plana con una superficie escamosa; un lunar que cambia de color, tamaño y sensación o que sangra, o una lesión dolorosa que pica o arde.
Tampoco olvides cuidar tu piel de los rayos solares. Recuerda que puedes reducir el riesgo de padecer cáncer de piel limitando o evitando la exposición a la radiación ultravioleta (UV). Y si has pasado mucho tiempo asoleándote, alivia las molestias y refresca tu piel con lociones como Caladryl® Clear.
Si persisten las molestias, consulte a su médico.
Fuentes:
55-23-00-96-56