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Piquete de Alacrán

mayo 17 2022

Las picaduras de alacrán suelen ser dolorosas y muy rara vez ponen en riesgo la vida. En casos de niños pequeños o adultos mayores existe un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves.

 

Su picadura puede provocar dolor, entumecimiento y hormigueo en la zona, una ligera hinchazón acompañada de sensación de calor.

 

En el caso de los niños o adultos mayores, las reacciones pueden incluir: dificultad para respirar, espasmos musculares, movimientos involuntarios de la cabeza, cuello y ojos, babeo, sudoración, náusea, vómito, presión arterial alta o taquicardia.

 

Para tratar las picaduras de los alacranes que no son venenosos bastará con lavar la zona con agua y jabón y se puede aplicar una compresa fría o hielo envuelto en un paño, para calmar el dolor y la inflamación.

 

Como es difícil diferenciar los alacranes venenosos de los inofensivos, es recomendable que todas las picaduras de alacrán sean tratadas por un profesional de la salud. Si te es posible capturar, de forma segura, al alacrán, hazlo y llévalo a tu médico para que lo puedan identificar.

 

Procura mantener la calma si te topas con un alacrán y con la ayuda de unas pinzas, tómalo de manera suave para alejarlo de ti y el resto de personas.

 

Los alacranes son artrópodos (parientes de los insectos, arañas y crustáceos) que miden aproximadamente 5 cm. De largo, tienen 8 patas, un par de tenazas y una cola que se curva hacia arriba con un aguijón con el que pueden provocar una picadura y liberar veneno que contiene una mezcla de toxinas que afectan el sistema nervioso (neurotoxinas). Son amantes de la noche y generalmente pican solo si se sienten atacados. Un dato curioso de los alacranes es que brillan bajo la luz negra, por lo que podrías montar una inspección nocturna con una lámpara de este tipo de luz. 

 

Por lo regular los alacranes evitan el contacto, sin embargo, si en donde vives es común que aparezcan, trata de eliminar “escondites” para ellos, quitando bultos de piedras o madera alrededor de tu casa, evita guardar leña dentro de tu casa. Mantén el pasto recortado, así no tendrán manera de ocultarse (ni te aparecerán de repente al pasear por el jardín). Sella grietas y cubre todos los espacios en puestas por donde pudiera pasar un alacrán. Sacude ropa y zapatos que no hayas utilizado por mucho tiempo. 


En caso de persistir las molestias o incrementarse los síntomas, es importante que acudas al médico.

Fuentes:

Mayo Clinic

Kids Health

Manual MSD