En la historia de la humanidad el cuidado del cuerpo y de la piel ha sido de las prácticas más antiguas que existen. Hoy en día, este legado transmitido de generación en generación, ha dejado cientos de remedios caseros, algunos efectivos y basados en ciencias empíricas y primigenias, y otros más cercanos a los mitos y a las creencias populares.
El sistema tegumentario, mejor conocido como la piel, es el órgano más grande del cuerpo. Su función fundamental es proteger nuestro organismo de factores externos como las bacterias, las sustancias químicas y el ambiente. De ahí que el cuidado y la protección de la piel haya sido vital para el ser humano.
Remedios caseros
Todos hemos escuchado, al menos en una ocasión, decir a nuestros abuelos que poner sobre la piel una cuchara de plata que ha sido expuesta al frío toda la noche, alivia la comezón o que aplicar vinagre en la piel evita enrojecimientos por exposición al sol.
Remedios caseros como estos y muchos otros han existido por años, y en algunos casos fueron tan efectivos que aún hoy se conservan algunos de sus ingredientes, como el aloe, pero lo cierto es que las circunstancias ambientales e incluso nuestra propia piel ha cambiado, por lo que la ciencia ha tomado la batuta de los tratamientos y hoy en día contamos con tratamientos que se ajustan a cada pH, tipos de piel y causas específicas de cada dolencia.
Muchos de los remedios caseros que hemos heredado de nuestros antepasados han sido aprovechados por la ciencia dermatológica para crear medicamentos como Caladryl®, para proteger a este complejo e importante órgano.
La ciencia y el cuidado de la piel van de la mano
Cremas, ungüentos y lociones son parte del extenso cuidado moderno y preventivo para la piel. La loción de calamina, que contiene óxido de zinc y óxido férrico, es uno de los productos más amigables y completos para tratar afecciones en la piel y es el ingrediente principal de Caladryl®, un anestésico tópico que alivia molestias tales como dolor y comezón producidas por una gran variedad de lesiones en la piel, como:
- Raspaduras y cortaduras pequeñas.
- Quemaduras de sol de primer y segundo grado
- Reacciones alérgicas
- Picaduras de insectos
- Varicela
Se ha descubierto que la calamina tiene propiedades desecantes de la piel. Esto quiere decir que disminuye la humedad de las lesiones, ayudando a mejorar rápidamente las molestias. Así mismo, se sabe que esta sustancia tiene efectos antipruriginosos (que combaten la comezón) y refrescantes en la piel.
La Calamina no se absorbe por la piel, lo que significa que es un medicamento altamente seguro. Además, puede eliminarse fácilmente al lavar la piel.
Es importante también mencionar que si las molestias persisten o encuentras anomalías en tu piel es importante visitar a tu médico.
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Fuentes:
55-23-00-96-56